Allí pase unos días visitando a la familia y descansando de la vida de intenso entrenamiento en Salta.
Todo fue por casualidad. Mi tío Lucho trabaja para el Instituto Peruano del Deporte, el IPD, como entrenador de sóftbol, y sabiendo que yo juego al rugby a cierto nivel, me puso en contacto con el presidente de la federación peruana de rugby.
Me entrevisté con él, le hablé de mi trayectoria deportiva, le enseñé mis vídeos y muy entusiasmado, me invitó a los entrenamientos con la selección peruana de sevens a los que llaman "los Tumis" (que es el nombre de un cuchillo ceremonial de la cultura Inca) o "los Waris" (un pueblo de los Andes que formó un gran imperio en el 700 d.c).
Yo encantado acepté, y al finalizar los entrenamientos de la semana, me comunicaron que estaban muy interesados en que jugara con ellos, tanto a seven, como a XV.
Me plantearon un proyecto de cara al futuro en el que iban a implantar un plan de alto rendimiento para los jugadores de la selección y una búsqueda a nivel internacional de jugadores con nacionalidad peruana (que jueguen en Argentina, EE.UU, Inglaterra, España etc...) para poder clasificar de cara al 2020 y en adelante, a los JJ.OO, mundiales y subir el nivel del Perú.
Y yo me lo plantee seriamente: Viendo que en España el seven y el XV están ya formados y que dan más oportunidades a gente de fuera o a sus "amiguetes" (lo que me provoca desilusión), que yo tengo unas ganas terribles de jugar internacionalmente (y dicho sea de paso de acercarme un poco más a mis raíces peruanas maternas), estoy ahora a la espera de obtener la doble nacionalidad y poder jugar con Perú en junio el clasificatorio para los JJ.OO.