Para los argentinos entrenar no es una obligación si no una responsabilidad, no solo con ellos mismos, si no con el club y todas sus categorías, desde los compañeros de equipo hasta los niños de seis años.
El club somos todos y juega quien lo merece, no hay tanta separación entre primer y segundo equipo como en España,..
Empecé a ir al gym como todos mis compañeros, allí Toto, uno de los preparadores físicos me pregunto si anteriormente había ido al gym, y yo confiado le dije que sí, asique comencé la rutina. Era durísima, no recuerdo haber sufrido tanto en un gimnasio en mi vida. Tenia ejercicios de crossfit, otros de gimnasio clásico, todos a gran intensidad y peso y muy seguidos. Terminé exhausto, no puede estirar los brazos durante una semana, pero con la practica y constancia me acostumbré, y ahora voy al gym entre 3 y 5 días a la semana.
En cuanto a los entrenamientos de campo, al inicio también fueron muy duros, comenzábamos saliendo a correr 6 km y haciendo series abusivas de sprints y cuando el cuerpo se acostumbró, empezamos con sesiones tácticas, técnicas y de pases muy intensas (sin olvidar las sesiones físicas).
Algo que me agradó fue que antes o después de cada entrenamiento el entrenador nos da una charla para asegurarse de que el plan de juego y los conceptos quedan claros. Están muy pendientes de cada uno de nosotros.
Finalmente Pichichi, otro de los preparadores físicos, habló conmigo y decidimos que iba a seguir una dieta para trasformar la grasa en musculo y subir de 95 a 100 kg de musculo.
A parte del batido de proteínas, después del gym, tengo que comer durante todo el día, asique como imaginareis estoy encantado.
De momento así sigo, vivo para comer y en