Como jugador de rugby creo que es importante tanto cuidar el
cuerpo y entrenar las habilidades en el campo, como aprender a transmitir
dichas habilidades a otras personas lo mejor y más claramente posible. Por eso
cuando en Febrero me ofrecieron ayudar a llevar a un equipo de Tigre de M16 no
me lo pensé dos veces y acepté.
Junto con “Eddie” “Félix” y “El Cabezón Navarro”, son el
head coach y los entrenadores de Forwards (delanteros) respectivamente, yo me
encargo de formar a los ¾.
Es complicado dirigir a chicos de 16 años ya que están en
plena pubertad y… bueno hablando en plata, no paran de hinchar las pelotas.
Además con el tema de que al ser español
les digo muchas cosas con palabras que en argentina no son comunes, o se
cagan de risa o me miran sin entender nada, como si fuera un chiste para ellos.
También para formarme y complementar hice un curso de
capacitación para entrenadores ofertado por la UAR (unión argentina de rugby) e
impartido por los entrenadores y seleccionadores de los Pumas.
Coincidiendo con el puente de Mayo, “mis niños” de la
M16 jugaron un torneo en el club Jokey de Salta.
Este torneo me permitió aprender muchas buenas costumbres de
equipo, camaradería y amistad que no existen en España y que quizás deberíamos
imitar.
El torneo comenzó con la invitación a una cena de recepción
en el club de Jokey para los entrenadores y entre risas y buen ambiente se realizó el sorteo de los grupos y
partidos que se jugarían al día siguiente.
Había equipos de Tucumán, Córdoba, Paraná, Santiago del
Estero y por supuesto de Salta.
Algo que me sorprendió fue que los jugadores de los equipos
“anfitriones” salteños, tienen la buena costumbre de alojar a los jugadores de los otros equipos que
vienen de fuera de la ciudad que organiza el torneo, a lo largo de todo el fin
de semana de competición.
En nuestro caso los chicos de Tigre alojaron a los chicos de
Santiago del Estero, reforzando así los lazos de amistad entre equipos
diferentes y lejanos.
El torneo se desarrolló con el habitual compromiso e intensidad de los jugadores argentinos. Los de tigre quedamos 4º, perdiendo un
solo partido y siendo los únicos en ganar a los campeones del torneo, los
Cordobeses.
Para cerrar el campeonato, nos dieron a todos el habitual
tercer tiempo e invitaron a los entrenadores y capitanes a una comida de
despedida, en la que se entregaron los trofeos e intercambiaron placas
conmemorativas entre los equipos anfitriones y los “alojados”.
En resumen una gran experiencia, nuevas y sorprendentes lecciones y todavía mucho más por aprender.
En resumen una gran experiencia, nuevas y sorprendentes lecciones y todavía mucho más por aprender.